Mis sueños no están vacíos como mi conciencia parece estarlo.

Mis sueños no están vacíos como mi conciencia parece estarlo.
Tu fuiste el rayo que iluminó mi tormenta.

martes, 9 de noviembre de 2010

Una triste nota…

 

Ella estaba esperándole aunque sabía que él no iba a llegar. Le escribió una nota:

“A las 20:00h en la puerta trasera

Él tendría mejores cosas que hacer. Era un hombre ocupado, siempre trabajando para salir adelante, siempre intentando saber más y más aunque al parecer de ella ya sabía suficiente.

20:30h

Hacía frío. El invierno ya estaba cerca. El viento gritaba fuertemente haciendo que los árboles temblaran de miedo. Ella tenía que cerrar los ojos a causa del frío. Sus manos estaban heladas, sus labios estaban agrietados pero en su interior, la esperanza de que él iba a ir, le permitía aguantar aquél insoportable frío. Le temblaban las piernas y los dientes ya empezaban a castañear ¿cuanto tiempo iba a esperarle? Lo que hiciera falta.

Una voz en su interior le decía que fuera a casa, que abandonara esa absurda idea de esperarle. Pero ella era cabezota… como él.

20:45h

-O no… –se quejo ella cuando noto en su gélida mano caer una gota. El cielo estaba cubierto por unas nubes negras que incluso daban algo de miedo. Ella era una miedica, le daba miedo todo lo relacionado con la oscuridad y ahora la única luz que veía era la de una farola. Empezó a llover más fuerte y ella no tenía paraguas y… un relámpago cruzó el cielo acabando con un fuerte trueno que retumbo fuertemente.

Tenía miedo. Estaba sola en la calle, lloviendo más bien diluviando, sin paraguas… y él no llegaba.

-¿Dónde estas? Tengo miedo… –dijo ella acurrucándose en un rincón.

La desesperación se apodero de ella y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos sin ella ser casi consciente. No las notaba. Tenía la cara tan helada que no notaba nada… solo un fuerte dolor en su pecho, un dolor que aumentaba cada segundo que pasaba.

Se levantó como pudo y pidiendo primero permiso a sus piernas comenzó a caminar rumbo a ¿dónde? Antes de irse dejó una pequeña nota pegada en aquella puerta trasera, una nota que se perdería en la tormenta al igual que una parte de ella.

Caminó. Y caminó.

Y cuando se dio la vuelta, no había recorrido ni la mitad de la calle. No pasaban coches, no pasaba gente… estaba ella sola.

Un ruido le llamó la atención. Un motor. Un coche, que se paró justo al lado de ella. Pero ella no podía soportar más la tristeza y lo último que recordó es que flotaba.

-Hikari…

¿Quien me llama? Alguien me nombra dulcemente pero tengo tanto miedo de abrir los ojos…”

-Hikari por favor…

“¿Por favor? ¿que pasa?”

-Hikari abre los ojos –dijo una voz rota.

Ella quería abrirlos, pero sentía sus parpados tan pesados y su cuerpo tan entumecido que ni siquiera pudo mover un dedo. Notaba calor en su mano ¿que era? Alguien se la tenía cogida y ahora ese alguien se la estaba besando. Noto como alguien le acariciaba delicadamente el pelo como su fuera de porcelana y noto unos cálidos labios en su frente.

-Hikari… –dijo la voz en un sollozo. Ella abrió lentamente los ojos. Todo estaba borroso. Muy borroso. Los volvió a cerrar por el mareo, pero lo intentó de nuevo teniendo una imagen ahora un poco más clara. La silueta que se hallaba delante de ella se levantó inclinándose quedando a escasos centímetros de ella.

Todo cada vez se hacía más claro y cuando lo veía perfectamente lo vi a él. Era él quien me acariciaba y era él quien me besaba la mano.

Me senté y comprendí donde estaba a la perfección: en su cama como otras muchas veces antes. No me atrevía a mirarle, tenía miedo de que me dijera aquello que tanto miedo tengo de oír. Pero… me abrazó. Me abrazó y lloró amargamente en mi hombro empapándomelo con sus lágrimas.

Yo le abracé. No me había importado estar bajó esa lluvia si luego este era el premio, lo volvería a hacer una y otra vez si hiciera falta.

-¿Porque me esperaste? –dijo él roncamente. Esa es una buena pregunta y yo tengo una buena respuesta.

-Porque te quiero –le dije sin pensar. Él me abrazó más fuerte y me besó la frente. Ahora estaba delante de mí y ver al hombre serio, frío… llorar, no me salían palabras de consuelo.

-¿Porque lo haces?

-Porque estoy enamorada de ti.

-Hikari… tu te mereces algo mejor.

-Eso lo decido yo.

-Hikari sabes que no soy ni cariñoso ni meloso, que no te voy a decir que te quiero cada cinco minutos, que no soy un príncipe azul.

-Pero yo no quiero nada de eso, solo te quiero a ti. Me basta con que me digas que me quieres una vez. Solo una vez.

-Te estas atando a algo que…

-No me estoy atando a nada. Estoy enamorada y quiero estar con la persona que amo ¿acaso pido tanto?

-No Hikari pero…

-No. Empezaste con peros y luego más peros… ya no quiero peros. Solo quiero saber que sientes, solo quiero… necesito sabes si me amas.

-A mi lado dejarás de ser feliz.

-Para ser extremadamente feliz.

Ella se fijo en algo. Los ojos de él, negros como el pozo más oscuro en los cuales semanas atrás estaban cadentes de vida, ahora brillaban hermosamente. Sus labios se curvaron dibujando una pequeña sonrisa en su rostro.

-Hikari… eres una cabezota –dijo él golpeándole dulcemente la frente con un dedo.

-Igual que tu –dijo ella cogiéndole la mano.

-Hikari… te amo.

-Y yo a ti –dijo ella. 

Él se sentó a su lado y le cogió la cara. Se quedó largo rato contemplándola hasta que sus labios cayeron sobre los de ella dulces y tiernamente, dejando atrás aquel mal sueño de dos, aquella pesadilla que se desvanecería al alba y que ambos se convertirían el uno del otro en la luz del sol que entraba anunciando el nuevo día.  

 

FIN

 

 

 

 

Limp Bizkit – Behind Blue Eyes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Amo caminar bajo la lluvia porque así nadie sabe que estoy llorando.

                                  amor-lluvia

 

 

 

 

Att_Srta Crysta

domingo, 2 de mayo de 2010

Mi reino de Sueños 2

¿Mi reino de Sueños? ¿Mí reino? Este lugar es todo aquello que quiere una niña de siete años.
-¿Sorprendida pequeña? -me dijo él hombre soltando mi mano -este lugar ha sido creado por ti, por tus sueños.
-¿Todo lo que veo ha sido creado... por mí? ¿Todo?
-Sí.
-¿Incluso usted?
-Sí.
-¿Y si algún día dejara de soñar?
-Todo lo que alcanza tu vista desaparecería.
-Entonces nunca dejaré de soñar, siempre soñare... siempre.
Él hombre cuyo nombre aún no conocía, sonrío felizmente.
-Pequeña, has hecho que mi corazón lata con violencia. Me siento feliz por haberla conocido.
-¿Todavía no conozco su nombre?
-Yo no tengo nombre a no ser que me pongas uno.
-¿Yo debo ponerte el nombre?
-Sí, porque yo solo existo en tus sueños.
-Pero no sé cómo llamarte -dije preocupada -¿no te puedes poner tu un nombre?
-No, solo tú puedes que hacerlo.
-Pero...
-¿Cual fue la primera impresión que tuvo de mi? -me preguntó el hombre, entonces...
"Un hombre alto, vestido elegantemente con traje y sombrero se acercó a mi."
-Elegantemente... elegante... Ele -dije -me gusta Ele.
-Entonces a partir de ahora mi nombre es Ele -dijo Ele volviendo hacer una reverencia -me siento honrado por el nombre, gracias pequeña.
-Aura, mi nombre es Aura.
-Pues pequeña Aura, cuando quiera puede ir a visitar su tan maravilloso reino -dijo Ele tendiéndome su mano para continuar con nuestro paseo descubriendo mí tan maravilloso reino.
































Srta. Crysta

sábado, 1 de mayo de 2010

Mi reino de Sueños

Hace mucho tiempo tuve un extraño sueño.
En él, corría y corría por una extraña senda llena de árboles jamás vistos hasta quedarme sin aliento. A mi parecer, llevaba horas corriendo y nunca se acaba el camino.
A lo lejos se veía una puerta, cuando llegué a ella y quise agarrar el pomo, esta se desvaneció y yo fui rodeada de negrura. Caí en la cuenta de que estaba cayendo y cayendo y cayendo y cayendo... ¿cuando pararía de caer?
Y como si mis palabras se hubieran escuchado deje de hacerlo. Estaba en lo alto de una montaña nevada, pero yo, a pesar de llevar un vestido fino como la seda, no sentía frío alguno.
¿Que era aquel lugar? ¿Por qué había llegado a parar allí?
Y de nuevo mis palabras fueron escuchadas. Un hombre alto, vestido elegantemente con traje y sombrero se acercó a mi. Hizo una reverencia y me tendía su mano:
-Pequeña, se que en vuestra corta vida habéis tenido muchos miedos, pero os puedo asegurar de que en este lugar, en esta montaña... es en el único lugar, donde jamás nadie os hará daño.
-¿Donde estoy?
-Estas en casa pequeña.
Cuando escuche a ese extraño hombre decir aquello, sentí algo en mi pecho, un calorcito agradable como si tuviera razón. Volví a mirar al hombre, todavía seguía con la mano tendida esperando a que yo le diera la mía.
-No tengáis miedo, yo os protegeré de todo aquello que os asusta.
-Tengo miedo de muchas cosas, ahora le tengo miedo a usted.
-En ese caso, me marcharé pero antes de mi partida os diré al lugar donde debéis ir.
-No quiero que se vaya, también tengo miedo de estar sola -dije asustada. El hombre sonrió amablemente y al final, le cogí de la mano.
-Muy bien señorita, ahora antes de irnos tengo que decirle cual es la primera y única regla que hay aquí.
-¿Cual?
-Que vea lo que vea, conozca a quien conozca... jamás se olvide de todo aquello que aquí le ha hecho feliz si no, el día que quiera volver si es que se vuelve a ir, no podrá.
-Vale.
El extraño hombre me guió por una senda rocosa, llena de extrañas figuras formadas por esas mismas rocas y de la nieve salían seres maravillosos.
Nos metimos por una cueva llena de hielo y de fuego a la vez. ¿Acaso el hielo no se derretía con el fuego? En mi mundo quizá, pero en aquel no.
Aquel mundo era mágico... pero muy muy extraño.
Las paredes de la cueva eran de hielo y sobresalían del techo formas como un rayo, una flor, una estrella... y alrededor mio flotaban pequeñas motas de fuego.
-Este lugar es...
-¿ Increíble? -dijo el hombre sin soltarme de la mano haciéndome girar en ella. Él se puso frente a mi y me dijo: -tú lo ves maravilloso, porque tienes sueños maravillosos.
Y dicho esto, salimos de la cueva, de un lugar lleno de nieve y escarcha a un lugar completamente opuesto.
-Bienvenida a tus sueños, pequeña.















A veces estoy sentada frente la ventana y me paró a pensar en decisiones que tengo que tomar.
¿Por qué hay que tomarlas?
Ojalá todo fuera mas sencillo.





























Srta Crysta.

lunes, 26 de abril de 2010

¿Cuanta tristeza puede albergar un corazón puro e inocente?
No me considero una persona inocente, la verdad, pero si se que tengo un corazón puro, lleno de bondad y buenas intenciones.
Quizá esto a la hora de la verdad no valga la pena pero... ¿porque siento tristeza en mi corazón?
Hay palabras que pueden doler tanto y decirlas como si nada. No es posible que una persona te suelte que te va a abandonar y luego te sonría y te hable como si no hubiera dicho nada.
Tengo los ojos rojos de aguantar las lágrimas porque si yo lloró, yo la que tiene que ser fuerte y no mostrar debilidad, se que una persona se vendría abajo.
Pero no puedo contenerlas más.
No puedo más.
Quiero llorar. Quiero llorar. Quiero llorar. Quiero llorar.
Pero si lo hago soy débil.
¿Que importa si lo soy? Soy humana, tengo sentimientos, quiero gritar que estoy triste, quiero que alguien venga y me abrace, quiero desahogarme en el hombro de alguien... ¿acaso pido tanto?

miércoles, 7 de abril de 2010

No hay mas triste en la vida que una despedida de alguien a quien amas.
También es triste esperar una simple llamada o un patético mensaje dándote las gracias por acordarse de esa fecha especial.
Hum... veamos que hay mas triste...
¿no poder estar con la persona amada?
¿no poder verla?
¿ni decirle te amo?
¿ni besarla?
¿ni tenerla entre tus brazos aunque sea solo una última vez?

esto no es tristeza... es desesperación.

Amar a alguien que no te corresponde es muy doloroso, tan doloroso para incluso intentar quitarte la vida en un arrebato de desolación.
Hay a veces que sigo preguntandome... que habría ocurrido aquel día en que los dos a solas en aquella triste carretera abandonada, hubiesemos dicho el estar siempre juntos.
Soñabamos con hijos, con vivir en otro lugar... pero al final nada.
Que irónico todo, lo deciamos con risas y ahora cuando me acuerdo, lloro por la inmensa agonia.

Quiza... en otra vida si podamos estar juntos.
Te buscare.
Y no parare hasta encontrarte.
Quiero estar contigo.
Pero en esta vida.
En la siguiente.


























-Esta nevando... eso quiere decir que los ángeles estan llorando.
-¿Y porque lloran? ¿estan tristes?
-No hijo, lloran de alegria al ver a la gente feliz, como nosotros por ejemplo.
-Pero yo no quiero que llore nadie mami.
-A veces no puedes evitar hacer llorar a la gente pequeño mio, pero no todas las lágrimas son tristes.
-¿Tu has llorado mucho?
-Sí. Hay veces ahora que aún lloro.
-¿Porque mama? ¿No eres feliz?
-Claro que lo soy hijo, y por eso lloro. Lloro para dar gracias de tener un hijo tan maravilloso como tú.



































Esta noche la Luna observara mas de una caída.















Srta. Crysta

sábado, 3 de abril de 2010

El Sol y la Luna

-Madre ¿me contaras hoy la historia de amor entre la Luna y el Sol?
-Jaja... por supuesto hijo. Veras, era se una vez...


Desde hace muchos... muchísimos años que existe el día y la noche. Un día, el Sol vió a la Luna y se enamoró de ella...

-¿Y ella de él no? pobre Sol...
-Déjame seguir hijo.

... pero ella no lo vió a él. El Sol no dejaba de pensar en aquella hermosa Luna y un buen día la Luna cruzo su mirada con él y acabo perdidamente enamorada de él.
Los dos estaban tristes porque no podían estar juntos, no podían amarse... pero al cabo del tiempo, una noche... los se juntaron en aquel inmenso cielo azul y se demostraron una y otra vez lo mucho que se amaban.

-Hijo esto pasa cuando hay algún eclipse ^^.
-Vaya...

Desde el instante en el que el Sol y la Luna se juntaron, nacieron las estrellas que..

-¡¡Son hijos de ellos!! ¡no lo sabía mami!
-En efecto, todas las estrellas que hay en el firmamento son los hijos e hijas del Sol y la Luna.
-Que bonito mami.
-Me alegro que te haya gustado. Ahora cuando mires el cielo, acuerdate de esta historia y sin darte cuenta, sonreiras.































Srta. Crysta

martes, 30 de marzo de 2010

.....

Mi queridísimo Oswaldo:

Hacía tiempo que no te escribía. Lo siento. Tengo muchísimo trabajo: estudiar para los examenes finales (que son dentro de poco y estoy algo asustada, sí lo se... no hace falta que digas lo de siempre ¬¬), tengo que estar pendiente de la pequeña Rose Mary, no le pasa nada, esta bien te lo prometo pero a veces, cuando llega la noche y se acuerda de ti se pone triste.

El trabajo ahora es muy duro, hemos podido arreglar el local y lo hemos hecho más grande (por fin ^0^) y claro... hemos puesto mas mesas.
¿Y tu? Deseo de todo corazón que estes bien mi amado. Tendrías que ver a nuestra pequeña, con tan solo dos años y ya es tan hermosa que te dejaría deslumbrado... y se de sobras que se te caería la baba y la tendrías muy consentida.
Te añoro y no sabes cuanto.
A veces pienso que no podre salir adelante con todo: la casa, las facturas, la niña, el trabajo... pero pienso en ti, pienso en lo que me dijiste antes de marcharte y esas palabras me infundan valor.

Desde el día en que te fuiste la casa esta muy vacía, no se ve a nadie correr de un lado a otro con el perro que por cierto, también te echa muchísimo de menos.

Rose Mary ya se pega unas carreras... tendrias que verla, esta tan grande y preciosa. Se muere de ganas de ver a su papi.
Y yo... me muero de ganas de verte, de ver a aquel tímido muchacho que no sabía como cogerme la mano, de como ir vestido cada vez que quedamos, de la verguenza que pasaste cuando me dijiste si quería casarme contigo... mi amor... te echo tanto de menos.
Regresa pronto.
Nosotras estamos aqui, esperandote.

Vuelve sano y salvo.

Te queremos.




Gryselda
Rose Mary















































-¿Sabes que es lo primero que se pasa por mi mente cada vez que veo el Sol y la Luna?
-No, ¿que pasa?
-En la triste historia de amor que tienen.
-¿La Luna y el Sol tienen una historia de amor?
-Si.
-¿Me la puedes contar?
-Ahora no, pero quiza en otra ocasión te la cuente.






































Derreche lágrimas por ti. Pero eso se acabo. Quedas fuera de mi vida para siempre mi amado.

Srta. Crysta


jueves, 11 de marzo de 2010




Esconderse...
Hay a veces en la vida que uno debe hacerlo ya sea por los motivos que sea. Por miedo... normalmente suele ser por eso, por el miedo hacer que o por el miedo de dejar de ver a alguien a quien quieres. Resulta fácil para algunas personas decirlo todo, afrontar todos los temores que nos rodean... pero para alguien como yo no es así de sencillo. Soy tímida, miedica, llorona, introvertida... no tengo ninguna cualidad a mi favor para expresar abiertamente lo que siento. A veces me pregunto el porque soy así, pero no encuentro la respuesta. Se que desde el día en que nací mi rumbo quedo marcado por mi carácter. Que se le va hacer... solo puedo quedarme en un rincón llorando por todas las cosas que no e podido hacer a causa de todos esos miedos.






Ahora estoy sola en mi habitación, escuchando música, mirando a través de la ventana como los niños y niñas de mi edad salen a jugar con sus amigos y yo estoy aquí encerrada en mi propia jaula. ¿Acaso seré un pájaro y no lo se? pero entonces ¿porque no tengo alas? seguro que si las tendría, saldría a volar por ese magnifico cielo azul y me dejaría acariciar por la brisa que pica en mi ventana invitándome a salir. Pero no soy ningún pájaro... soy una estúpida muñeca.

































Srta. Crysta

martes, 2 de marzo de 2010


Querido Diario:

A veces, cuando estoy asomada en mi balcón y miro al cielo me paro a pensar en todo lo que he vivido: la gente, los lugares que he visitado, los recuerdos que hice... y me siento triste cuando lo hago.
Hace poco era feliz, a principios de Noviembre. Me sentí especial, querida, me divertía estar a su lado, solo existía él... solo nosotros dos en aquella habitación de hotel en la que me hacías el amor una y otra vez... mintiéndome, me decías que me querías cuando en realidad solo me estabas utilizando. O por lo menos eso me has hecho creer. Me gustaría pensar que no solo e sido eso... un polvo más, pero cuando te miro me dices todo lo contrario. Todas tus cartas... quemadas. Todos tus recuerdos... enterrados en lo más hondo de mi corazón. Todos tus besos... olvidados. Todas las veces que me has dicho "te quiero"... presentes desgraciadamente. ¿Acaso era necesario todo el daño que me hiciste? ¿Acaso no viste lo mucho que llore por tu culpa? ¿Acaso no sabes que te amo... y que lo iba a dejar todo por ti? Ahora que mas da... han pasado muchos meses y tu estas con ella, lejos de mi... viviendo juntos, incluso habéis tenido un hermoso hijo al que llamáis Alexander. Y yo... también soy feliz. También estoy casada y estoy embarazada de 5 meses. Es una niña, se llamara Claudia. Solo se que siempre te amare hasta el día en que muera.

Eternamente tuya:


A.S.

























Señor ¿podría indicarme como llegar al País de los Sueños Eternos? Quisiera ir lo antes posibles ¿sabe? Allí me esta esperando mucha gente o por lo menos eso creo... Morir con 12 años es duro, sobre todo para la gente que no a muerto y me echara de menos. Pero yo se que serán fuertes y... ¡disculpe! le estoy contando todo esto sin que sepa mi nombre ni yo el suyo, pero tengo prisa señor ¿podría indicarme como llegar al País de los Sueños Rotos?


















Srta. Crysta

sábado, 27 de febrero de 2010

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Srta. Crysta

viernes, 26 de febrero de 2010

Ambos estaban solos. Los dos sabían que dependían del otro. Los dos eran demasiados orgullosos y sensibles.
Él por querer aparentar ser frío y distante, que no le importaba absolutamente nada ni nadie...
Ella por no querer dejarse pisar, por no parecer tan vulnerable frene a él...


Él triste hombre sentado tras su escritorio, estaba pensando en ella y decidió ir en su busca. Deseaba volverla a tener entre sus brazos.


Ella estaba esperando a que él llegara, a que le volviera abrazar... ahora ya no le importaba nada.

SE AMABAN INTENSAMENTE.

¿De qué servía negar lo evidente?
¿Para acabar sufriendo aun mas lejos el uno del otro?



-"Tengo que ir, ella me está llamando..."

-"Ven pronto... te estoy esperando..."


Ella sabía que si bailaba él la reconocería y lo hizo, se colocó en el lugar donde la Luna iluminaba y comenzó su danza.
-"Luna amiga mía, guíale hacía mí."


Él corrió, no sabía donde estaba pero al parecer sus piernas corrían en la dirección correcta porque vio como una pequeña bailarina bailaba a la Luz de la Luna.
-"Luna amiga mía, gracias por iluminar mi camino hacía ella."



Los dos se sintieron y atraídos por una mágica fuerza, se abrazaron como si llevaran una eternidad sin sentirse el uno al otro.
-Jamás, me oye... jamás la volveré a dejar sola, se lo juro por lo que más amo que es usted.
-Me lo está jurando, me lo está jurando...
-Sí, se lo estoy jurando. Le amo, le amo con locura.
-Yo también le amo... ¡¡le amo!!





Como siempre solo había alguien que mirara aquella bella escena...











Y pensar que algo como el amor me resultaba patético... gracias por esta lección.























Srta. Crysta

jueves, 25 de febrero de 2010

Me gusta salir a pasear.
Recuerdo tardes en las que me pasaba horas y horas sentada en un banco sin hacer nada, solo escuchaba el viento.
Veía desde el marrón banco, hombres que paseaban charlando sobre el tiempo, sobre cómo sus vidas habían cambiado en un abrir y cerrar de ojos o sobre las obras que había encontrado mientras paseaban.
Mujeres vestidas con pieles y joyas, enfrentándose unas a las otras para aparentar lo
que no son, inventándose sus propias vidas maquillándolas para que en realidad no descubran que habían estado al borde de la pobreza.
Madres con sus cochecitos y con sus otros hijos revoloteando alrededor de ella, mandándoles a jugar a otro sitio para que no despierten al hermanito pequeño, acercándose a un banco cerca del mío para sentarse y descansar.
Los niños... tan inocentes. Disfrutan hasta de una pequeña hoja que se ha elevado por el viento, se ríen por ver como un perro se está mordiendo su propia cola, lloran al ver que otro niño les quita la pala para jugar en la arena.
Y yo... me siento tan vacía y sola al ver toda esta hermosura ¿Cuántos sentimientos estoy viendo en tan solo unos minutos?

Celos... Ira... Melancolía... Amor... Frustración... Tristeza...

Que bellos sentimientos, tan puros, tan vivos, tan sabios... quisiera aprender de toda esta gente que me rodea, aprender lo dura que ha sido la vida para esas personas desafortunadas, el placer de llevar dentro de ti esa maravillosa vida que das al cabo de los nueve meses, esa pura inocencia que solo tenemos cuando somos niños aunque... ¿quien dice que aun no lo seamos? ¿qué es el madurar? ¿cumplir años, tener un trabajo y tener hijos?

Yo no lo se... porque a pesar de tener 43 años sigo siendo un niño.

























-¿Estrellas? Mami ¿qué son las estrellas?
-Mira el cielo cariño ¿qué ves?
-Pues... puntitos brillantes.
-Eso son las estrellas.
-¿Y cómo han llegado hasta allí? ¿Han volado hasta ese techo?
-No cariño. Las estrellas nacen cada día ¿sabes por qué?
-No mami.

-Las estrellas son las ilusiones de los niños y como hay millones y millones de niños en el mundo el cielo siempre está plagado de estrellas.
-¡Mira mami! esa estrella acaba de apagarse...
-Eso es porque se ha hecho realidad la ilusión de un niño.

-¿Pues sabes que mami? Yo tendré muchas ilusiones para que el cielo siempre este lleno de estrellas.
-Muy bien hijo.
-¿Tú tienes ilusiones mami?

-Claro que sí.
-¿Y los de la gente vieja también son estrellas?
-Sí.

-¿Cuál es tu ilusión?
-Mi ilusión era tener al hijo más maravilloso de todos, y lo tengo justo a mi lado.
-Te quiero mami.
-Y yo a ti hijo mío.
























La historia la continuare mañana ^^
































Srta. Crysta

miércoles, 24 de febrero de 2010


La pequeña bailarina corría sin mirar atrás, estaba asustada pero más que eso deseaba desaparecer.

-"Mentiroso... mentiroso... ¡¡MENTIROSO!!..."


Ella estaba dolida por las palabras que acababa de escuchar... pero deseaba tanto volverlas a escuchar. No podía olvidar la primera vez que se lo dijo, el tono en que se lo dijo, la mirada clavada en ella, sus manos aferradas en las suyas, su aliento en sus mejillas...


FLASHBACK

Aquella mañana se levantó con un mal presentimiento. Fue al lavabo para asearse y luego se vistió con la ropa que había preparado la noche anterior. Cuando bajo de su habitación, vio que una compañera se acercaba a ella.
-¿Que te pasaba esta noche?
-¿Que-que me pasaba?
-Sí. Gritabas en sueños, le decías a alguien que no se fuera no se...
-Pues no... recuerdo nada.
-Bueno, lo importante es que estés bien y solo haya sido eso, un sueño.
-Sí. Vamos a desayunar.
Las dos se marcharon de allí. De camino, su compañera le estaba contando sobre la magnífica cita que tuvo el día anterior y lo bien que besaba su nuevo. Pero ella no podía quitarse de la cabeza aquel sueño ¿qué significado tendría?
Todo el comedor era inundado por un murmullo de voces y miradas por doquier y ella se sintió acechada por esos murmullos y voces. Sin darse cuenta, giro sobre sus talones y corrió lejos de allí. Ella no sabía que una mirada la había visto llegar, había visto su reacción y había salido tras ella.




Paró en la entrada de un bosque y se sentó bajo la copa de uno. Desde allí se podía percibir el dulce susurro de la brisa acariciando las hojas de los árboles y como estos suplicaban que los arrullaran. Apoyó la cabeza en el duro tronco, cerró los ojos y se dejó llevar por la fascinante sensación de tranquilidad... pero alguien la interrumpió.
-¿Que hace aquí?
-Yo... necesitaba tomar el aire -dijo la muchacha ruborizada jugando con sus manos nerviosamente.
-¿Se encuentra bien?
-Sí... es solo que me faltaba aire... Gracias por preocuparse.
-A la pequeña bailarina le faltaba aire -dijo él hombre sentándose a su lado haciendo que ella se pusiera aun más nerviosa -eso se debe a que no para de bailar, debería descansar de vez en cuando.
-Es que no puedo estar quieta.
-Lo sé -dijo el hombre apartando unos mechones rebeldes de la frente de la muchacha. Al notar como sus manos acariciaban su frente se tensó -¿le ha molestado?
-¡No! para nada... me gusta que haga... eso...
-¿Que le acaricie? -preguntó el hombre y ella asintió avergonzada -y a mí me gusta acariciarle.
Los ojos negros de él se encontraron con los dóciles castaños de ella. Él, lentamente, acercó su mano a la mejilla de ella. Esta envolvió con sus manos las de él para besarlas. Él se libero de las manos de ella para cogerlas él, para acercar su cara a la de la joven, para notar los alientos en ambas caras...
-¿No se arrepentirá mi pequeña bailarina?
-No... Hace mucho tiempo que deseaba que llegara este momento...
Y dicho esto, el hombre junto delicadamente sus labios con los de ella. Sus manos aferradas a las de ella, las dejo ir para coger su cabeza y atraerla más hacía él. Ella le abrazo por la espalda, no quería que aquel mágico momento acabara...
Él se separo de ella y mirándole a los ojos le dijo las palabras más dulces que jamás había escuchado:
-Te amo.

FIN DEL FLASHBACK


-Eres un... eres un... ¡¡MENTIROSO!! ¡¡PERO PORQUE TENGO QUE AMARTE COMO LO HAGO!!























Srta. Crysta

lunes, 22 de febrero de 2010

Por una pequeña ventana se filtraba un poco de luz de la Luna. Él hombre, sentado tras su escritorio, escribía afanosamente en un trozo de pergamino con una larga pluma negra. Inmerso en lo que escribía, no se dio cuenta de que el pote de la tinta se le había caído manchando la mesa y el suelo.


Hecho su cabeza hacía atrás apoyandola en la silla. Parecía cansado, exhausto...

-Te hecho de menos... -susurro mirando su fotografía.

Cogiendola dulcemente, la apoyo en su pecho y comienzo a hablarle. Palabras dulces, sinceras, lastimeras, dolorosas...

Dejo la fotografía en la mesa y se levanto. Dando tumbos consiguió llegar a la ventana. Su corazón se parecía a una ventana, siempre la tenía cerrada, no le gustaba la luz o por lo menos esa luz... hasta que llegó ella, la claridad que tantos años a tardado en encontrar pero que en pocos minutos perdió.

Luz... su Luz... ¿quien le iluminara ahora en este camino tan oscuro que a elegido?
Cerró los ojos dejandose llevar a un lugar que tan solo él y esa Luz conocían, un lugar escondido en lo alto de la montaña donde el sol iluminaba hasta el más oscuro lugar del bosque y se filtraba en la habitación que ellos compartían, un lugar para ellos solos donde podían amarse sin que nadie les dijera nada... sin miradas... sin murmullos...

-Te hecho de menos... te hecho tanto de menos...


... un lugar que para ellos era inmenso lleno de árboles y cantares de pájaros...


-¿Que he de hacer para que m
e perdones?

... un lugar donde eran lo que querían ser...

-Perdóname... perdóname... ...un lugar donde tan solo eran UNO.

Volvió a sentarse dejando que la oscuridad de la noche lo envolviera.























¡¡Oh dulce príncipe!! ¿sabéis que esta noche la Luna se volverá rojiza? según la leyenda, si dos amados van a lo alto de la montaña y se besan estarán juntos para toda la eternidad, ¿que decís?
¿os parece bien que vayamos esta noche a lo alto de la montaña?








































Srta. Crysta

domingo, 21 de febrero de 2010


La pequeña bailarina se levantó del suelo secándose las lágrimas. Alzó los ojos y vio una hermosa Luna Llena que brillaba intensamente iluminando los jardines y reflejandose en el lago.

-¿Tu
también te sientes sola verdad?


Cuando se giro, se encontró de frente con dos orbes negros que no cesaban de mirarla. Por la mente de la pequeña bailarina se agolparon millones de imagenes de ellos mirándose discretamente, rozando sus manos prudentemente.... besándose cauta pero apasionadamente. Ella dio un paso atrás:

-No te acerques por favor... no te acerques...
-No voy hacerte daño... no voy a volver hacerte daño.

-No... no te creo. Lo juraste... ¡¡me lo juraste!! ¡¡juraste que me
amarías siempre!!
-No es tan sencillo, si me dejaras que...

-¡No quiero escuchar excusas! ya no... puedo escucharte, no quiero no mirarte a los ojos...

-No digas eso... ahora eres tu quien hace daño.

-¡Siente un poco de lo que yo estoy sintiendo! cambiaste tan repentinamente... esa noche dijiste que nunca te habías sentido amado y yo te demostré lo mucho que te amaba ¡lo hice! y tu... tu...

-Lo siento
...
-No lo haces... no...

-Sí lo hago... porque te amo...



Ella retrocedió mas, no quería que ese hombre volviera a tocarla. Él paro pero no apartaba la mirada. La pequeña bailarina no podía aguantar
las lágrimas y antes de complacer a aquel mal hombre se marcho corriendo dejándolo solo, frente a la inmensa Luna Llena.



-Luna... ¿que he de hacer para que ella entienda que la amo?







































Cada día intento demostrarte lo mucho que te amo y lo importante que eres para mi.
Sonrió cuando te veo llegar y el corazón me late con violencia, amenazando salir de mi pecho.
Te amo tanto, tanto... que no entiendo como a veces soy capaz de sacar lágrimas de tus ojos.
Y lo siento tanto... tanto.
Te Quiero dulce caballero que siempre estas hay para matar a cualquier dragón que se interponga entre nosotros.





















Srta. Crysta


sábado, 20 de febrero de 2010

Era de noche, el sol ya se había escondido entre las altas montañas y el cielo estaba plagado de pequeñas estrellas que brillaban intensamente.
Ella estaba sentada en un banco de los jardines, con su mirada clavada en el cielo y su mente era ocupada por la cara de "él". La brisa era dulce pero helada. Zarandeaba sus cabellos enredandolos entre si. Nadie sabía lo que pasaba por su mente, solo un hombre que no dejaba de mirarla desde que la había visto girar la esquina de una de las clases.
Él podia leerle la mente, no queria hacerlo pero sabía que ella no le iba a explicar lo que le pasaba. Esa dulce muchacha era todo un misterio para él: tan seria, tan misteriosa, tan apatica... le recordaba tanto a él mismo.
Sus ojos no reflejaban ningún estado de ánimo, estaban vacios como si no tuviera alma.

¿Que te pasa? queria preguntarle pero sabia que no hallaria respuesta.

Quiso acercarse mas a ella, pero en ese momento vio como se levantaba de aquel banco y se acercaba a la orilla del lago.

Tiene que estar pasando frio, pensó el hombre al ver que tan solo vestia con un blanco vestido hasta los muslos y un pequeño chal negro.
El hombre se movio de lugar ya que desde dondé estaba no podía verle bien. La muchacha ahora estaba de puntillas en el lago...

Al parecer el agua esta fria

... y comenzó a bailar. Se movia con una agilidad y una elegancia maravillosa. Él hombre no podia apartar los ojos de ella, aquel baile parecia como si le hipnotizara.

Es tan... hermosa...

En la mente de la joven se agolpaban recuerdos de un pasado no tan lejano por mucho que ella deseara que lo fuera. Recuerdos de un hombre que le habia abierto el corazon que tan cerrado tenía, le habia abierto los ojos a una nueva vida, le habia enseñado que significaba la palabra amor y que no era sencillo decirla... pero gracias a él habia podido decirla, habia podido decirsela a él. Ahora solo era eso... recuerdos dolorosos.
La muchacha cayo al suelo para romper en un llanto que fue visto por el hombre.

¿Que debo hacer? ¿voy? pero ella no quiere verme... Dios mio, cuanto daño te he hecho...

Ella continuaba alli... mientras él por primera vez, noto como sus ojos se humedecian y como al poco sus mejillas se mojaban de sus propias lagrimas.

Yo te enseñe que era el amor... y tu me has enseñado que es el amar y que es el sentir dolor...












Don't cry for me please, don't cry for me....

























Srta. Crysta

Ahora que tu ya no estas...





Tantos años a tu lado demostrándote todo el amor que sentía
demostrándotelo día a día
con dulce y tiernas palabras de amor.

Te Amo... Te Quiero... Te Necesito...
¿¿para luego que?
Ahora me siento tan vacía sin tu presencia
que me ahoga esta oscuridad.





Mire donde mire
siempre revivo momentos a tu lado
que me atraviesan el pecho
como afiladas espadas.

Nuestras fotos, nuestros momentos únicos...
todo lo bello que había se ha desvanecido
pero... ¿porque?
¿porque te has tenido que ir de mi lado?



Canción: Quiero decirte que te amo.
Cantante: Laura Pausini.


Desde el ruido del mundo,
desde el giro de un carrusel,
de la piel a lo más hondo,

desde el fondo de mi ser.

De este inútil orgullo,

y del silencio que hay en mí,

desde estas ganas mías de vivir.


Quiero decirte que te amo,

quiero decirte que eres mío,

que no te cambio por ninguno,

y por tenerte desvarío.


Quiero decirte que te amo,

porque eres tan igual a mí,
cuando por nada discutimos,
y luego te cierras en .


Del peor de mis fallos,

de un error por el que pagué,

de un teléfono del centro,

de mis ganas de vencer.


De la dicha que siento,

y de esta fiebre mía por ,

desde que me enseñaste a sonreír.


Quiero decirte que te amo,

quiero decirte estoy aquí,

aunque me aleje de tu lado,

tras la ventana de un taxi.


Debo decirte que te amo,

porque es mi única verdad,

tu no me sueltes de la mano,

aunque podamos terminar.


Desde el blanco de la página,
desde mi fragilidad,
desde mi carta te cuento de mi sinceridad.


Quiero decirte que te amo,

quiero decirte que eres mío,

que no te cambio por ningún
o,
que por tenerte desvarío.


Quiero decirte que te amo,
quiero decirte estoy aquí,
aunque me aleje de tu lado,

tras la ventana de un taxi.


Quiero decirte que te amo,

y quiero decirte que,

que no te cambio por ninguno,

porque eres como yo porque.


Quiero decirte que te amo, te amo













Por mucho que intentemos entender el porque de las cosas, siempre acaba
mos dentro de un rompecabezas que cuando lo resolvemos entramos en otro y cuando resolvemos este... volvemos a caer en otro mas.
Necesitamos siempre a alguien a nuestro lado por mucho que la soledad nos i
nvite a estar con ella.



























-¿Eres tu la Dama de las Rosas?
-Puede... ¿quien pregunta?


















Srta. Crysta